12 de junio de 2007

Salsa de maní

Una salsa de maní puede sorprender a la familia en una de esas reuniones que llega la prole con sus entrañables amigos y amigas, cuando aumenta la descendencia o simplemente nos animamos para organizar una rumba en casa, finca, piso o apartamento, claro está si los vecinos son tolerantes y no tienen problemas con la música y la alegría de su prójimo.
La receta de la salsa de maní, suministrada por Amparo, la hermana de la abuela Clara, la deleitámos en medio de una conversación mientras preparábamos un asado. Claro está que no sólo hablamos de culinaria sino que le añadimos una pizca de locura a las múltiples historias de mujeres. Si, también estuvieron señores interesantes, jóvenes y unas cuantas niñas.
Ahora tomen nota. Muy sencillo. Una cantidad de maní con poca agua, la suficiente para que la licuadora pueda batir. Le añade cebolla en rama, pimienta y sal al gusto. Si el cuerpo le pide picante, agregue ají, a su gusto desde luego, agréguele imaginación.

En poco tiempo tendrá una salsa lista para untar en pequeños trozos de pan o en un patacón pisao.