6 de agosto de 2008

Viajar por Santander Colombia

Un viejo teatro en Socorro con el nombre de una rebelde en tiempos de la colonia.

La abuela recuerda lugares majestuosos que ha regalado la madre
naturaleza. A la derecha el Cañón de
Chicamocha a diez minutos de Bucaramanga, capital del departamento de Santander.
Parte superior, el parque El Gallineral en San Gil.


2 de junio de 2008

Fortaleza, paciencia y alegría para los malos tiempos

Para el tiempo que vive Colombia, muy largo por cierto, nos quedan algunos recursos: fortaleza, paciencia y alegría.

En la fortaleza encontraremos nuestra fuerza moral para continuar con el día a día que se presenta con pequeños logros, con el abrazo de un amigo, las palabras de una amiga, la solidaridad, el apoyo de quienes sienten como suya una pérdida porque como decía el poeta John Donne, no preguntes por quien doblan las campanas, doblan por ti.

Y con la fortaleza en una mano, llevaremos la paciencia en la otra, casi como una forma de sobrevivir para no quedarnos en el desespero que sólo atropella nuestras ideas y nubla los sentimientos. Dice un adagio chino que nadie espere sentarse a la sombra de un árbol que sembró el día anterior. Y no es porque la búsqueda de otro país empezara ayer, sino porque repensarlo desde otra óptica es reciente y construir lo que deseamos desde la justicia, tardará.

¿Alegría? No podemos quedarnos sólo en el dolor. Haremos nuestros duelos, lloraremos a nuestros muertos y exigiremos justicia. ¿Qué sería de Colombia sin su alegría, su humor ácido y sus rumbas? Parafraseando a Unamuno, Del sentimiento trágico de la vida, ya tenemos bastante como para dejar de lado una sonrisa, un baile, un aguardiente…

No importa, desde la experiencia, esta abuela recomienda mantener la rebeldía con fortaleza, paciencia y alegría. No importa que lloremos, lloremos cuanto queramos.

7 de marzo de 2008

Sancocho con pescado ahumado

Leyda, una abuela chocoana, de la tierra que guarda el ancestro africano en la Costa Pacífica de Colombia, mientras copiaba en una hoja una receta de pastas, mira con sus enormes anteojos, se saborea y dice como pensando en comida diferente a la que ve en la revista: Mmmm, ¡Qué bueno ahora un sancocho de pescado ahumado!. Enseguida recitó cómo hacerlo.
Las cantidades dependen del número de comensales. El sancocho (para los no colombianos), es una sopa o un cocido. La cantidad de agua necesaria con cebolla y condimentos al gusto (sal, cebolla en rama y cebolla cabezona ) y se deja hervir con yuca, plátano verde y papas y se colorea con azafrán
Una vez esté blando el revuelto, se agrega y se deja cinco o diez minutos el pescado bocachico previamente ahumado, es decir, pasado un buen rato por el humo de la leña.
Resultado, un delicioso sancocho con pescado ahumado. ¡Buen provecho!

8 de enero de 2008

Una etapa ha terminado

El nuevo año: el 2008. Llegó sin mucho ruido pero sí con los rituales propios de la fecha. No pedí nada diferente a vivir, a vivir, a recorrer caminos y abrir puertas. Y con este deseo, tomé el primero de enero un libro que me apetecía releer, Juan Salvador Gaviota. Me llegó un diálogo que antes había quizá comprendido con la razón y no con el corazón. -¡Casa no tengo! Bandada tampoco tengo. Soy un exiliado. Y hora volamos a la vanguardia del viento de la Gran Montaña. Unos cientos de metros más, y no podré levantar más este viejo cuerpo. -Sí que pudes, Juan Porque has aprendido. Una etapa ha terminado, y ha llegado la hora de que empice otra. Tal como le había iluminado toda su vida, también ahora el entendimiento iluminó ese instante de la experiencia de Juan Salvador gaviota. Tenían razón. Él era capaz de volar más alto, y ya era hora de irse a casa. Echó una larga y última mirada al cielo, a esa magnífica tierra de plata donde tanto había aprendido. -Estoy listo -dijo al fin. Y Juan Salvador Gaviota se elevó con las dos radiantes gaviotas para desaparecer en su perfecto y oscuro cielo. (Del realto de Richard Bach). Y quizá mi recomendación en esta oportunidad es decirles, retomen de vez en cuando esas lecturas que han marcado su vida.